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miércoles, 24 de diciembre de 2008

LOS NIÑOS SAHARAGUIS NO CREEN EN LOS REYES MAGOS

Rosa Díez
24 de diciembre de 2008
Tengo fe en el tiempoVoy huyendo a la infinidaddel tiempo.Voy huyendo de los principiosfrustrados.Voy huyendo de los que no levantanpolvo al caminar.Voy huyendo de los que no creenen el díaque nacerá mañana.Porque yo si creo en ti,hoy, mañana y los próximossiglosy por esomi evasión a la infinidad del tiempo.Bahía Mahmud Awah.

Los niños saharauis no creen en los Reyes Magos; ni en Papa Noël. Ellos no creen en milagros; pero esos niños que han nacido en un desierto prestado, en una tierra inhóspita, saben transformar cuatro latas de comida vacías en un coche de carreras. Los niños saharauis sí creen en las estrellas; saben guiarse por ellas, por su luz, por sus destellos. Ellas les señalan el norte y el sur; les anuncian la ruta de los vientos y de las tormentas de arena; les recuerdan donde está el mar, su tierra... Los niños saharauis han heredado los sueños de sus mayores; sueñan con volver a casa, al lugar en el que echaron raíces sus abuelos. Los niños saharauis tienen esperanza.Los niños saharauis son nuestros niños. Nosotros dejamos abandonados a sus padres, sus abuelos, en ese desierto extraño. Nosotros, los españoles, somos responsables de su futuro. Mientras ese niño nos mire agarrando entre sus manecitas pequeñas, con los pies descalzos sobre la arena, ese coche hecho de latas de comida enviadas por la solidaridad internacional, no debiéramos poder dormir tranquilos. Todos somos un poco responsables. ¿Callaremos mientras el dictador de Marruecos les sigue privando de su libertad? ¿Callaremos mientras las organizaciones mundiales de derechos humanos denuncian las torturas a las que el Reino de Marruecos está sometiendo al pueblo saharaui? ¿Qué tiene que ocurrir para que apelemos a nuestros gobernantes para exigiéndoles responsabilidad?Los niños saharauis no son recibidos en ningún palacio; ni ellos ni sus padres reciben buenas palabras de los gobernantes; los gobernantes no temen a los débiles, a los que sufren. Los gobernantes tienen tendencia a ser fieros con los débiles y sumisos con los poderosos. Los gobernantes dicen sí a lo que piden otros gobernantes cuando les reciben en su residencia antes de irse a los parques protegidos a descansar con otros niños que sí creen en los Reyes Magos. Los gobernantes no quieren que nadie les estropee las vacaciones; por eso contemporizan con otros gobernantes. Antes tenían el futbol para olvidar la realidad; ahora les prometen el aguinaldo. Y todos se van tan contentos. Los niños saharauis siguen creyendo en sus padres. Y en la luz de las estrellas. Hace muchos años sus padres nos llamaban hermanos a los españoles. Pero ya no creen en nosotros; hoy los saharauis sólo creen en sus hijos; y en las estrellas.

2 comentarios:

  • A las 24 de diciembre de 2008, 19:29 , Blogger pepe rojas molina ha dicho...

    En su resolución 836, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que, a partir de 1956, se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño, que se consagraría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinaría a actividades propias para promover el bienestar de los niños del mundo.

    El 20 de Noviembre de 1959 la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño por la Asamblea de la ONU, marcó una fecha en la que, cada año, se ponen de manifiesto los avances y retrocesos en pos del respeto a los derechos de la Infancia.

     
  • A las 24 de diciembre de 2008, 19:30 , Blogger pepe rojas molina ha dicho...

    Entre los diez países del mundo con mayor índice de mortalidad infantil, nueve son africanos.

    Catorce mil niños mueren al día en África, según el informe "El estado de los niños de África (SOAC, en inglés) en el 2008", elaborado por UNICEF y presentado por el ex presidente mozambiqueño, Joachim Chissano, en Nairobi.

    El documento destaca que "cinco millones de niños africanos murieron antes de alcanzar los cinco años de edad, lo que supone una media de catorce mil niños al día."

    Entre los diez países del mundo con mayor índice de mortalidad infantil, nueve son africanos, Sierra Leona ocupa el primer puesto, seguido de Angola, según el informe.

    El informe señala que "con sólo el 22 por ciento de los nacimientos mundiales, el África subsahariana registra la mitad de las muertes de niños menores de cinco años de todo el mundo".

    El primer ministro keniano, Raila Odinga, asistió también a la presentación del informe y lo consideró "un excelente paso para alertar de las causas que incrementan los índices de mortalidad infantil, como la malaria o la malnutrición".

    El SOAC insiste en la necesidad, "de reforzar los lazos entre los países y trabajar en la solidaridad" para mejorar la "atención médica a la infancia desde el embarazo hasta la adolescencia", según Chissano.

    La representante de UNICEF en Kenia, Olivia Yambi, dijo saber la forma de salvar la vida de un niño y ésta es "invertir a nivel comunitario".

    Además de hacer un llamamiento a la participación de los países y las organizaciones en la inversión en sanidad infantil, el informe ilustra que las enfermedades del neonato son la primera causa de mortalidad, con un 25 por ciento, seguidas de la neumonía, con un 21 por ciento, y la malaria, con un 18 por ciento.

    África subsahariana, según el informe, afronta un importante reto para lograr uno de los objetivos de desarrollo del milenio, que persigue reducir en dos tercios la mortalidad infantil para el año 2015. Para que esto fuera posible, el índice de mortalidad entre los niños debería disminuir anualmente en un 10 por ciento en los próximos ocho años.

     

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